¿Qué debo saber para trabajar en una farmacia?
Terminar los estudios y dar el salto al mundo laboral no es un paso sencillo. Ni siquiera para una rama como la farmacéutica, que cuenta con una tasa de empleo del 88,2% según los datos de Redacción Médica. Dentro de este sector, existen múltiples opciones y perfiles que podemos elegir, pero en este artículo nos centraremos en las claves para trabajar en una oficina de farmacia.
El primer paso para conseguir trabajo en una botica es fácil: tenemos que tener una titulación. Depende del puesto al que aspiremos, será un título de FP o el grado universitario en Farmacia. Encontrar una farmacia que ofrezca un puesto de trabajo o enfrentarse a procesos de selección como la entrevista, son algunos de los obstáculos que nos encontraremos a continuación.
Para que te hagas una idea de cómo va a ser tu trabajo en la farmacia y qué habilidades o conocimientos vas a necesitar para conseguirlo, hoy te contamos 6 cosas que debes saber para trabajar en farmacia.
1. Cómo encontrar el trabajo en farmacia
Parece obvio, pero lo cierto es que lo primero que debemos saber para trabajar en farmacia es cómo llegar a los titulares y a las ofertas de trabajo para poder aspirar a una vacante. Como te contábamos en nuestro artículo “Buscar trabajo en farmacia: dónde estar para que los titulares te encuentren”, es imprescindible conocer algunos sitios que son el punto de encuentro perfecto entre la farmacia y el farmacéutico:
- La propia farmacia. La primera opción (y la más tradicional) es acudir con nuestro CV a las farmacias donde queramos probar suerte. De esta manera, es posible que nos conozcan personalmente y que podamos explicar mejor cualquier detalle de nuestra formación, experiencia, metas, etc.
- Portales de empleo. Lo cierto es que entregar el CV personalmente en la oficina de la farmacia tiene sus limitaciones. Ya sea por el tiempo que le dedicamos o porque queremos optar a ofertas de otras ciudades. Por ello, los portales de empleo de internet como Infojobs, son una buena opción para ampliar nuestra búsqueda.
- Redes sociales. De la misma manera que ocurre con los portales, podemos utilizar nuestro perfil en redes sociales como carta de presentación y punto de contacto para buscar trabajo. Sobre todo, destacamos la red de LinkedIn, dirigida a crear comunidades en base a tu profesión.
- Bolsas de trabajo. Las bolsas de trabajo son un recurso útil para los titulares que buscan a alguien para su equipo. Por ello, es de gran ayuda estar presentes en alguna como las que ofrecen los colegios farmacéuticos o algunas cooperativas del sector. Además, los colegios de farmacéuticos de las distintas provincias también suelen publicar ofertas.
2. Llevar la teoría a la práctica
Otra cosa que necesitamos saber para poder trabajar en una botica es cómo aplicar lo aprendido durante la carrera o el grado al día a día. Para ejercer como farmacéutico o técnico, no basta con tener en mente conocimientos teóricos. Debemos ser capaces de llevarlo a la práctica en cada consulta tras el mostrador. Por ejemplo, no solo es importante conocer los distintos principios activos, su mecanismo de acción, uso o efectos secundarios de manera teórica. También debemos saber identificarlos con la marca comercial que nos pedirán las personas que entran en la farmacia y que no entienden de principios activos.
Nuestra misión es entender cada caso que nos llegue a la farmacia y, con la información que nos proporciona el usuario y los conocimientos que nos aportaron los estudios, recomendar y aconsejar correctamente de manera individualizada.
3. Habilidades sociales
Como en cualquier trabajo de cara al público, las habilidades sociales son un punto clave que todo trabajador debe potenciar. Esto se multiplica en la farmacia donde, además, la salud de las personas depende en parte de esa comunicación.
Los farmacéuticos debemos ser capaces de recopilar la información necesaria sobre el usuario. Esto implica hacer preguntas que nos ayuden a afinar con nuestra dispensación y recomendación. Por ejemplo, para conocer el tipo de piel que tiene una persona antes de recomendarle un producto de skin care. Es ahí donde entra nuestra capacidad de comunicarnos con ellos.
A su vez, tenemos que tener habilidades de comunicación adoptando el papel de emisor. Somos la primera línea de actuación de la sanidad. Por lo que nuestras indicaciones tienen que ser claras y entendibles para todas las personas que llegan a la farmacia. Como comentábamos en este artículo, debemos adaptar nuestro lenguaje para ser accesibles a toda la población. Además de guiarlos en la posología de sus tratamientos, también cumplimos el rol de emisores al ser educadores sanitarios. Es decir, informando, enseñando y concienciando a los usuarios sobre ciertos temas sanitarios.
4. Saber desenvolverte
Otra cosa muy importante que debes saber para trabajar en farmacia es que vas a tener que aprender algunas habilidades que tal vez no has visto en tus estudios. Tendrás que manejarte en temas de gestión. Como por ejemplo utilizando el software informático de la farmacia, la caja registradora, compras e inventario, reordenamiento de medicamentos, etc.
Más allá de tus conocimientos sobre farmacia, tendrás que demostrar que sabes desenvolverte en la botica. Es decir, que eres capaz de llevar a cabo distintas tareas que el titular te asigne.
5. Ventas
Es cierto que las farmacias son un establecimiento de carácter sanitario, pero nuestra labor no se ciñe a dispensar medicamentos. Tener una farmacia es, a fin de cuentas, tener un negocio que velará por sus resultados. Por lo tanto debes tener ciertos conocimientos de ventas.
Como os contábamos en nuestro artículo “3 claves para cerrar una venta en farmacia”, uno de los principales errores que cometemos a la hora de vender es que pensamos que es una acción que se improvisa. La clave de las ventas en farmacia, al igual que en otros ámbitos, es que es un proceso previamente planificado.
Para ello, existen herramientas como los protocolos de venta. Estos nos permiten diseñar esos guiones que nos guían para completar una venta. Una forma divertida de hacerlo junto al equipo de la farmacia es mediante la app gratuita “Protocolos de consejo”.
6. Nunca se deja de aprender
Por último, te diremos lo más importante que debes saber para trabajar en una farmacia: nunca se deja de aprender.
Se trata de un sector en continuo cambio, donde aparecen nuevos medicamentos, principios activos, productos, enfermedades, efectos adversos, nuevas leyes, etc. Un farmacéutico debe estar actualizado de todos esos cambios, no basta con lo aprendido durante su etapa de estudiante. Por ello, existen opciones como la formación continua que, mediante cursos de farmacia, ayudan al profesional a potenciar sus habilidades y reforzar sus conocimientos.