La Nueva Farmacia: un paso más en la evolución del sector
En los últimos años, el sector farmacéutico ha experimentado una importante evolución. Esta evolución está impulsada por los avances tecnológicos y los cambios en las necesidades de los consumidores. Las farmacias ya no son simplemente establecimientos que dispensan medicamentos, para convertirse en espacios de atención integral a la salud. Este es el contexto que impulsa el nacimiento de lo que conocemos como “Nueva Farmacia”.
¿Quieres saber si tu botica está lista para dar el paso a la Nueva Farmacia? En este artículo te contamos cuáles son sus características principales. ¡Sigue leyendo!
1. Incorporación de la tecnología
Se refiere a la integración de tecnologías en el día a día y en la práctica de la farmacia. Cuando hablamos de estos avances, nos referimos a herramientas digitales que facilitan las tareas de los farmacéuticos. Estas pasan de realizarse manualmente a contar con ese apoyo que supone automatizar ciertos procesos. Un ejemplo de ello son las herramientas dedicadas a la gestión del inventario, que nos ayudan a llevar un control preciso de los medicamentos y otros productos disponibles. También, nos ayudarán a realizar la reposición de stock y a evitar la falta de existencias.
La digitalización propia de la Nueva Farmacia también nos permite optimizar la dispensación de medicamentos. Prueba de ello son las recetas electrónicas que reducen el gasto de papel. O avances como la tarjeta sanitaria digital, que da sus primeros pasos en España en las boticas del País Vasco. Con ella, se puede acceder desde el móvil a todos los datos y acreditación que aporta la tarjeta sanitaria física.
Otros ejemplos de avances tecnológicos que consolidan esta nueva etapa del sector farmacéutico son el uso de robots, de programas informáticos, y de herramientas de Business Intelligence. Además de la mejora de los canales de comunicación interna y con los usuarios, y de conexión con el resto de profesionales sanitarios.
2. Nuevas estrategias para una Nueva Farmacia
Como os hemos comentado, el nuevo escenario en el que se encuentran las farmacias se caracteriza por ir más allá de la mera dispensación. Aunque el medicamento sigue siendo un pilar básico de las boticas, cada vez tienen más protagonismo otros productos sanitarios relacionados con el bienestar de las personas. Además, la presencia de competidores que también ofrecen estos productos, contribuyen a la necesidad de que los farmacéuticos estemos más preparados, adoptando nuevas estrategias y potenciando nuestros consejos.
Dentro de estas estrategias propias de la Nueva Farmacia encontramos:
Conocimiento en ventas
Como te comentábamos en nuestro artículo “3 claves para cerrar una venta en farmacia”, los farmacéuticos no debemos limitarnos a despachar tras el mostrador. Por el contrario, debemos adoptar una actitud proactiva que se traduzca en un cliente más satisfecho.
Tener conocimientos sobre cómo es el proceso de venta nos permitirá que, cuando un usuario llegue a la farmacia con un problema, seamos capaces de identificarlo y recomendar otros productos que complementen su compra principal. Estos productos no deben ser una recomendación cualquiera con el objetivo de vender más. Sino que deben realmente ayudarles a solucionar de manera más óptima dicho problema. De esta forma, las farmacias pueden diversificar sus fuentes de ingresos y ofrecer una gama más amplia de productos que satisfacen las necesidades cambiantes de los clientes.
Uso de protocolos
Otras de las estrategias que caracterizan a la Nueva Farmacia es el uso de protocolos. Los protocolos son pautas establecidas para dar un servicio de calidad y asegurar una adecuada atención al cliente. Es decir, son una forma de guionizar nuestra atención para proporcionar recomendaciones basadas en buenas prácticas farmacéuticas. Estos protocolos ayudan a estandarizar la atención del equipo de la farmacia, garantizando que los farmacéuticos brinden información precisa y completa a los usuarios.
Con el uso de esta herramienta, buscamos asegurar que los farmacéuticos aconsejen en base a las necesidades individuales de cada usuario y en la información disponible sobre los medicamentos o productos sanitarios. Los protocolos incluyen pasos específicos a seguir al interactuar con un cliente. Como por ejemplo, una serie de preguntas para recopilar información relevante sobre su situación médica, alergias, medicamentos actuales, etc. Esto permite al farmacéutico ofrecer recomendaciones personalizadas y adaptadas.
Desarrollo de nuevos servicios
La necesidad de diferenciarse de otros competidores, así como la capacidad de los farmacéuticos de formar parte de la atención sanitaria que reciben las personas, han llevado a las farmacias a incorporar nuevos servicios.
Dentro de estos nuevos servicios entra el asesoramiento sobre el estilo de vida y la salud en general. También, el seguimiento farmacoterapéutico, donde los farmacéuticos realizan un control personalizado de la medicación de los usuarios. Con ello, se les ayuda a adherirse a su tratamiento y evitar posibles efectos negativos. Otros servicios que pueden incorporarse a las farmacias son la realización de tests de diagnóstico. Además, acciones como evaluar el tipo de piel y recomendar una rutina de skincare, asesoramiento en nutrición, etc.
Es imprescindible mencionar que, para poder incluir estos nuevos servicios a la farmacia, debemos formar y capacitar a los farmacéuticos que conforman el equipo para que puedan desarrollarlas sin problemas y con total conocimiento.
Enfoque integral
Por último os hablaremos de la estrategia del enfoque integral. La Nueva Farmacia no es un comercio más. Se trata de un centro sanitario, desde donde puede empezar la atención primaria o la derivación al médico. Por lo tanto, debe existir una coordinación y colaboración con el resto de profesionales de la salud. Con esta estrategia, conseguiremos una atención de calidad y más completa al usuario.
Por lo tanto, se deben afianzar las alianzas entre la farmacia comunitaria y otros perfiles de sanitarios. Siempre con el objetivo de ayudar lo mejor posible al usuario que requiere nuestra atención.
3. Formación del equipo de farmacéuticos
Si hay algo que caracteriza al sector farmacéutico es que está en continuo cambio. Cada año se aprueban nuevos medicamentos, principios activos, ensayos clínicos, se descubre más información acerca de las distintas patologías, etc. En esta era de Nueva Farmacia, las boticas están comprometidas con estar preparadas para afrontar estas nuevas oportunidades y desafíos. También, a mantenerse actualizados y conocer las nuevas tendencias en la industria.
Para ello, es necesaria una formación continua de los profesionales de farmacia con la que adquieran estas nuevas habilidades y conocimientos. Una farmacia no puede aprovechar las nuevas tecnologías, utilizar herramientas como los protocolos o desarrollar nuevos servicios si su equipo de farmacéuticos no están capacitados para ello.
Por lo tanto, estas nuevas boticas deben apostar por potenciar a su equipo mediante la formación para farmacéuticos. Para ello existen programas de capacitación y cursos de farmacia que permiten optimizar la atención a los usuarios, conseguir una mayor satisfacción y mejorar los resultados.