Cáncer: tratamientos y líneas de actuación del farmacéutico

El 4 de febrero celebramos el Día Mundial Contra el Cáncer, una enfermedad que sigue siendo actualmente una de las principales causas de muerte en el mundo. Según la OMS, el cáncer provocó casi 10 millones de muertes en todo el mundo en 2020. Su incidencia sigue aumentando debido al envejecimiento de la población, el aumento de la obesidad y el cambio en los patrones de vida, entre otras razones.

El cáncer es una enfermedad caracterizada por la multiplicación anormal de células en el cuerpo. Estas células cancerosas pueden invadir y dañar los tejidos y órganos cercanos así como diseminarse a otras partes del cuerpo a través de la sangre y los vasos linfáticos. Esta enfermedad afecta a personas de todas las edades y puede ser provocada por factores como el tabaquismo, el alcoholismo, la exposición a ciertos químicos o la exposición a la radiación. Además del deterioro físico que supone para quienes lo padecen, el cáncer también tiene un gran impacto emocional y psicológico en las personas afectadas y en sus familias. Como consecuencia, puede originar ansiedad, depresión, estrés, y afectar a las relaciones sociales.

A pesar de estos desafíos, se están desarrollando estrategias para prevenir, detectar y tratar el cáncer. Un ejemplo de ello es el programa de cribado de cáncer colorrectal impulsado por el Ministerio de Sanidad en España. También, los nuevos tratamientos que se están investigando. Como farmacéuticos debemos conocerlos para asesorar y acompañar a los usuarios de la farmacia que conviven con esta enfermedad.

Tratamientos tradicionales contra el cáncer

El tratamiento del cáncer se ha convertido en uno de los desafíos más importantes en la medicina moderna. Junto con la cirugía, algunos tratamientos han sido utilizados de manera recurrente como la estrategia tradicional. Es el caso de la quimioterapia, la radioterapia y la terapia hormonal.

Quimioterapia

La quimioterapia es el tratamiento farmacológico más utilizado en el tratamiento del cáncer. Consiste en la administración vía intravenosa u oral, de medicamentos, para interrumpir la formación de células cancerosas, ya sea mediante su destrucción o al impedir su multiplicación. Los fármacos quimioterapéuticos se dividen en varios grupos, como los alquilantes, los antimetabolitos y los mitóticos. Estos fármacos son administrados por vía intravenosa u oral, y su objetivo es interrumpir el ciclo celular de las células cancerosas. A pesar de ser uno de los tratamientos más utilizados, puede causar efectos secundarios como la pérdida de cabello, fatiga, náuseas y diarrea.

Radioterapia

La radioterapia consiste en destruir las células cancerosas mediante la exposición a la radiación ionizante. A su vez, se trata de minimizar el daño a los tejidos sanos circundantes. Se puede administrar de dos maneras: externa o interna. La radioterapia externa se basa en la aplicación de radiación desde una fuente externa hacia el tumor. Se realiza, por ejemplo con un acelerador lineal. Por el contrario, la interna consiste en la colocación de una fuente de radiación dentro del cuerpo, cerca del tumor. La dosis de radiación y la cantidad de tratamientos necesarios varían. Dependen del tipo y del estadio del cáncer, así como de la salud general del paciente.

Se trata de un tratamiento que se utiliza en conjunto con otros tratamientos como la cirugía y la quimioterapia. Es un tratamiento efectivo en algunos tipos de cáncer, como el cáncer de próstata, cáncer de mama, cáncer de pulmón y cáncer de cabeza y cuello. Sin embargo, también puede causar efectos secundarios como fatiga, náuseas y diarrea. En algunos casos, puede causar daño a los tejidos sanos cercanos al tumor.

Terapia hormonal

La terapia hormonal consiste en la administración de fármacos que bloquean la acción de hormonas específicas en las células cancerosas que promueven el crecimiento del tumor. Esta terapia se utiliza principalmente en el tratamiento de ciertos tipos de cáncer que tienen relación con las hormonas, como el cáncer de próstata y el de mama. 

Tratamientos novedosos contra el cáncer

Las formas de tratar esta enfermedad han evolucionado significativamente en los últimos años con el desarrollo de nuevas terapias que persiguen mejorar la eficacia del tratamiento y disminuir los efectos secundarios. La inmunoterapia, la terapia génica y la terapia dirigida son algunas estrategias prometedoras en el tratamiento del cáncer actualmente.

Es importante mencionar que desarrollar nuevos tratamientos requiere hacer estudios clínicos para confirmar su seguridad y eficacia en personas y en diferentes tipos de cáncer. De ahí la importancia de que se dediquen recursos a la investigación. Además, como farmacéutico siempre debemos recomendar consultar con un médico especialista en oncología para las diferentes opciones de tratamiento disponibles y adecuadas para cada caso.

Inmunoterapia

Uno de los nuevos tratamientos más prometedores es la inmunoterapia. Esta terapia se basa en estimular el sistema inmunológico del paciente para que ataque las células cancerosas. La inmunoterapia se divide en dos tipos: terapia de anticuerpos y terapia celular. La primera de ellas consiste en administrar anticuerpos monoclonales que se unen a proteínas específicas de las células cancerosas. Esto permite que el sistema inmunológico las ataque. Por otro lado, la terapia celular consiste en la administración de células inmunológicas modificadas genéticamente que se activan para atacar las células cancerosas.

Terapia génica

Otro de los tratamientos más recientes que encontramos para hacer frente a esta enfermedad es la terapia génica. Esta terapia consiste en la introducción de genes en las células cancerosas para corregir defectos genéticos que causan el cáncer. Un ejemplo de esta terapia es la terapia CAR-T. Consiste en la modificación genética de las células T para que ataquen las células cancerosas.

Terapia dirigida

La última opción de la que os vamos a hablar es la terapia dirigida. Se trata de otra estrategia emergente y que permite individualizar mucho el tratamiento anticancerígeno. Esta terapia se basa en el uso de fármacos que bloquean la actividad de proteínas específicas de las células cancerosas. De esta forma, impide su crecimiento y supervivencia. Un ejemplo de esta terapia es el uso de inhibidores de kinasa. Estos bloquean la actividad de enzimas que son esenciales para el crecimiento de ciertos tipos de cáncer.

Actuación del farmacéutico frente a casos de cáncer

El papel del farmacéutico en el tratamiento del cáncer es crucial. Es un miembro importante del equipo de atención a personas con cáncer, ya que tiene un gran conocimiento sobre los medicamentos y puede ayudar a los usuarios a manejar los efectos secundarios de los tratamientos. 

No solo dispensa los fármacos necesarios para tratar esta enfermedad. También cumple funciones como la recomendación, el seguimiento, y dar instrucciones en cuanto a posología e interacciones entre medicamentos. El farmacéutico también tiene el rol de educador frente a los usuarios y sus familias sobre la enfermedad. Además, puede ayudar a personas no diagnosticadas a identificar posibles signos de cáncer o a tomar medidas para prevenirlo.

La aparición de nuevos tratamientos, medicamentos y otros descubrimientos sobre cáncer, hacen que el farmacéutico deba estar en constante actualización. Por ello, es importante la formación continua del profesional, como por ejemplo, mediante cursos de farmacia que abarquen las distintas especialidades.