Farmacia comunitaria vs farmacia hospitalaria ¿Qué elegir?

Dentro del sector farmacéutico, podemos encontrar diversas opciones a la hora de trabajar. Como comentábamos en nuestro artículo “Salidas profesionales de farmacia”, la profesión farmacéutica es muy versátil. Existen alternativas como trabajar en la industria farmacéutica, ser farmacéutico de atención primaria, farmacéutico titular del Estado, etc.

Por este motivo, puede llegar a ser difícil elegir qué camino seguir tras acabar los estudios. Pero…¡No te preocupes! En el artículo de hoy te ayudamos a comparar dos de las salidas más comunes del mundo farma: la farmacia comunitaria y la farmacia hospitalaria.

Si quieres conocer cada una de estas opciones y valorar sus pros y contras, estás en el artículo perfecto.

Farmacia comunitaria

En primer lugar hablaremos del puesto de trabajo más conocido y visibilizado dentro del sector farmacéutico: la farmacia comunitaria. La mayor parte de los que estudian farmacia se plantean alguna vez la idea de trabajar en una botica. Muchos de ellos lo acaban haciendo.

Con “farmacia comunitaria” nos referimos al establecimiento donde se dispensan medicamentos y otros productos sanitarios que los usuarios necesitan. El objetivo principal de la farmacia comunitaria es proporcionar un servicio de atención farmacéutica integral a los clientes. Esto incluye la dispensación de tratamientos farmacológicos, el asesoramiento y consejo, resolución de dudas y la educación sobre posología y el uso adecuado de los medicamentos, la prevención y el manejo de enfermedades, y la promoción de la salud. Además, cada vez se incorporan nuevos servicios a la farmacia, potenciando categorías como la dermocosmética y la nutrición.

El trabajo en la farmacia comunitaria implica una amplia variedad de tareas y responsabilidades. Además de las que acabamos de mencionar, encontramos otras actividades relacionadas con gestión, compra y almacenaje de los productos de la farmacia. También puede contribuir a la realización de tests de diagnóstico y a la prevención de enfermedades. Así como realizar un seguimiento y control de tratamientos.

Farmacia hospitalaria

Por otro lado encontramos la farmacia hospitalaria. Se trata de una rama de la farmacia que se enfoca en el uso seguro y efectivo de los medicamentos en el ámbito hospitalario.

El farmacéutico de la farmacia hospitalaria es responsable de asegurarse de que las personas que acuden al hospital reciban el tratamiento correcto y en la dosis correcta según la prescripción por parte del médico . Además de garantizar que los medicamentos sean seguros y efectivos para los pacientes. Esto implica tareas como la revisión de las prescripciones médicas, la selección de medicamentos, la preparación de dosis individuales de fármacos, la dispensación y el seguimiento del tratamiento. También puede encargarse de aspectos como la realización de pruebas de diagnóstico, la educación del paciente, la participación en comités de evaluación y seguridad de medicamentos, y la realización de investigaciones y estudios clínicos.

Este farmacéutico trabaja en estrecha colaboración con otros perfiles de profesionales del ámbito de la salud, como son los médicos. Esta colaboración se da en un hospital o centro de atención médica. De esta manera, se garantiza que los pacientes reciban el tratamiento necesario durante su estancia.

Principales diferencias

Ya conocemos en qué consisten estos dos perfiles de farmacéuticos y cuáles son sus funciones. Ahora, para seguir ayudándote en tu decisión sobre qué rama de farmacia elegir, vamos a resaltar algunas diferencias entre la farmacia comunitaria y la farmacia hospitalaria.

  • Ubicación. Probablemente es la diferencia más obvia entre estos dos perfiles. Un farmacéutico comunitario, como hemos mencionado, desarrollará su actividad profesional en una farmacia. Por el contrario, el hospitalario trabajará en un hospital o centro médico.
  • Acceso. Para ser farmacéutico comunitario es necesario realizar el grado universitario de farmacia. En el caso del farmacéutico hospitalario, además de la carrera universitaria, deberá especializarse mediante el FIR. Este consiste en superar un examen y la residencia.
  • Años de preparación. En España, un farmacéutico comunitario podrá ejercer la profesión tras superar los 5 años de grado universitario. El hospitalario, además, deberá sumarle los 4 años de la especialización como residente.
  • Salario. Según los datos de Empleo farmacéutico, el farmacéutico comunitario recibe aproximadamente unos 30.000€ brutos al año. Esta cifra no incluye el plus de las guardias, horas extras, etc. Los datos encontrados en esta misma fuente señalan que, en el caso de la farmacia hospitalaria, el sueldo varía en función de los años de experiencia. En el primer año de trabajo, la cifra es aproximadamente de 22.000€ brutos al año. Para aquellos que tienen una experiencia entre 2 y 5 años, el sueldo medio se situaría en torno a los 28.000€. En el caso de aquellos que hayan trabajado como farmacéuticos hospitalarios entre 5 y 10 años obtendrían un salario aproximado de 42.000€ anuales. Por último, los que tengan una experiencia superior a 10 años tendrán un sueldo de, aproximadamente, 50.000€ brutos al año.
  • Conocimientos. El trabajo en la oficina de farmacia es distinto al de farmacia hospitalaria. En una botica, no solo se dispensan medicamentos sino que se venden otros productos sanitarios. Por ello, el personal que trabaja en la farmacia comunitaria deberá potenciar ciertos conocimientos de gestión y de ventas que un farmacéutico hospitalario no necesita.