¡Ayuda a un danés!

“Distinguidos ciudadanos de España, Dinamarca necesita su ayuda”. Así comienza el impresionante vídeo oficial que la Sociedad Danesa del Cáncer lanzó a todos los medios de comunicación españoles (también en otros países, como Francia, Italia, Grecia y Tailandia). Os preguntaréis ¿A qué es debido este trágico llamamiento, en un vídeo donde se pueden observar personas con las típicas quemaduras solares, tal como las vemos en nuestras playas verano tras verano?

El llamamiento es debido al aumento espectacular de los casos de melanoma provocados por quemaduras solares en Dinamarca. Concretamente, el índice es 19,2 por cada 100.000 personas, mientras que en España es de 6,9 por cada 100.000 personas.

¿Tan perjudicial es el sol? ¿Tanta influencia negativa tienen para la salud las quemaduras solares? ¿Todo lo que nos aporta el sol es negativo? ¿no aporta nada positivo?

Sobre la salud del organismo tiene una contribución fisiológica fundamental: colabora en la síntesis de la vitamina D, de la melatonina, la activación de las defensas de la piel, hasta aquí, todo es bueno. Lo malo, como veremos, comienza con la “sobreexposición”, o sea, el tiempo excesivo que estamos expuestos al sol, la falta de protección frente a las radiaciones ultravioletas, y los hábitos inadecuados según el tipo de piel y el lugar donde se toma el sol, y para quedarnos con lo bueno pero evitar lo malo, debemos llevar siempre un filtro solar.

El asesoramiento experto a la hora de elegir productos de protección solar es altamente recomendable, si no, nos arriesgamos a acabar echando a la cesta en el supermercado un producto genérico que para nada cubre nuestras necesidades, y eso, a la larga, irá acumulando daño irreparable sobre la piel.

El filtro está compuesto un mix de sustancias, de distinta naturaleza, que de una forma u otra impiden que las radiaciones nocivas penetren hacia el interior de la piel produciendo daños. Algunas de ellas absorven las radiaciones ultravioleta, otras actúan reflejando la luz y otras impiden la formación de radicales libres, potenciando el sistema inmunológico cutáneo.

En el punto de venta, deberemos asegurarnos que elegimos un filtro que reúna estas 4 caracteristicas: debe ser seguro (no provocar toxicidad o alergias a nuestra piel), ser estable frente a agentes externos (luz, calor, Ph cutáneo, Ph del producto), ser eficaz (suficiente coeficiente de absorción teniendo en cuenta tipo de piel y radiación en la zona) y ser versátil (ser cosméticamente aceptable, que no manche y que permita usarse junto a otros productos)

En definitiva, la elección de un filtro solar requiere un análisis concienzudo, conocer el fototipo del cliente (capacidad natural del cliente para absorver radiaciones) e Índice de Radiación Ultravioleta al que se estará expuesto (no será lo mismo estar en el centro de Asturias que ir a un lugar tropical). La botica, una vez más, es el lugar perfecto para recibir un asesoramiento adecuado. En Liceo le dedicamos uno de nuestros cursos para farmacia a la protección Solar.