Tipos de formación para farmacéuticos

Como profesionales de la salud, los farmacéuticos comunitarios desempeñamos un papel esencial, ya que estamos en primera línea de atención y en contacto estrecho con las personas. Tenemos la oportunidad de ser un apoyo para el resto de sanitarios y evitar la saturación de la atención primaria. Pero para realizar estas consultas de salud en las boticas, es necesario que estemos preparados. Garantizar la seguridad y la efectividad de los medicamentos requiere tener ciertos conocimientos y habilidades. Y para ello, la clave está en la formación.

En este artículo, exploraremos los diferentes tipos de formación disponibles para los farmacéuticos, desde la formación obligatoria hasta opciones más específicas o de educación continua.

Formación obligatoria para ejercer de farmacéutico

La base de la formación para un farmacéutico comienza con la obtención del título universitario de farmacia. Este grado, conocido como Grado en Farmacia, es obligatorio en España para ejercer como farmacéuticos. Si bien existen formas de trabajar en una botica sin pasar por la carrera, el grado será imprescindible para ocupar el puesto de farmacéutico tanto en farmacia comunitaria como hospitalaria.

Generalmente, el grado universitario de farmacia tiene una duración de cinco años. Proporciona una amplia base de conocimientos en ciencias de la salud, ciencias farmacéuticas y práctica farmacéutica. Durante este período, los estudiantes adquieren conocimientos sobre farmacología, química farmacéutica, farmacoterapia, entre otros temas relacionados.

En este primer escalón de formación, los estudiantes toman contacto con el mundo laboral mediante el periodo de prácticas supervisadas. En las prácticas, se adquieren conocimientos prácticos en entornos reales de trabajo, como farmacias comunitarias, hospitales o la industria farmacéutica.

Máster para farmacéuticos

Una vez superada la formación obligatoria para convertirse en farmacéutico, es posible que te interese dar un paso más y especializarte en alguna temática mediante un máster. Esta opción ofrece una formación avanzada y especializada en áreas concretas de la farmacia. Por tanto, un máster permite profundizar y desarrollar conocimientos y habilidades en campos como, por ejemplo, la dermocosmética. 

Este tipo de formación para farmacéuticos suele tener una duración de uno o dos años. Además, en su programa pueden incluirse prácticas que, al igual que las del grado, permiten a los farmacéuticos adquirir experiencia y aprender más allá de lo impartido teóricamente durante el curso.

Formación continua para farmacéuticos

Pero…¿Qué pasa si ya eres farmacéutico y los horarios de trabajo o cualquier otro motivo no te permiten hacer un máster? Si lo que buscas es seguir aprendiendo de forma práctica y mejorar tu actuación como farmacéutico, tu mejor alternativa es la formación continua. Como te contábamos en nuestro artículo “Las 5 razones por las que un farmacéutico debe seguir formándose”, la formación continua es esencial para mantenerse actualizado sobre los avances científicos, las nuevas terapias, fármacos, principios activos, y las regulaciones relacionadas con la profesión farmacéutica. Esto asegura que puedan brindar una atención de alta calidad y estén preparados para cualquier situación excepcional en la botica y adaptarse a los cambios

Dentro de este tipo de formación para farmacéuticos, podemos distinguir diferentes modalidades. Puede darse de manera presencial, donde es necesario trasladarse y asistir a las clases. O también online, donde el profesional puede aprender desde donde quiera y cuando quiera. Por otro lado, el aprendizaje continuo basado en cursos puede realizarlo un profesional de manera individual o junto al equipo completo de la farmacia. Este último escenario se da cuando un titular decide contratar este servicio para potenciar el servicio de todos sus empleados.

Las plataformas de formación continua ofrecen variedad de cursos y programas de formación diseñados específicamente para profesionales de la farmacia. Suelen contar con profesionales altamente cualificados, como farmacéuticos, médicos y expertos en la materia. Estos imparten los cursos y proporcionan una perspectiva práctica y actualizada.

Formaciones de compañías farmacéuticas

Por último mencionaremos un tipo de formación que encontramos a menudo en el sector, la impartida por los laboratorios. Las compañías farmacéuticas suelen formar a las farmacias sobre sus productos y temáticas relacionadas con ellos. El objetivo es proporcionar al equipo la información necesaria para comprender y promover adecuadamente los productos farmacéuticos que ofrecen. Es decir, dotarlos de conocimientos y herramientas para que puedan asesorar adecuadamente a los usuarios sobre los productos farmacéuticos. También, garantizar un uso seguro y efectivo de los mismos. 

La formación puede abordar las características del producto o medicamento, como su composición, su mecanismo de acción, indicaciones y contraindicaciones, posología, interacciones medicamentosas, efectos secundarios y precauciones relevantes. También pueden discutirse temas más amplios relacionados con la enfermedad o problema que el producto busca tratar. Incluyendo información sobre diagnóstico, progresión, manejo y opciones de tratamiento alternativas.

Estas sesiones suelen ser organizadas por representantes de ventas o profesionales médicos. La formación puede adoptar diferentes formatos, como presentaciones o talleres. Además, pueden ofrecer recursos adicionales como folletos informativos, monografías de productos, estudios clínicos relevantes, etc. Sin embargo, es fundamental que los farmacéuticos mantengan su independencia y apliquen juicio clínico al recomendar o dispensar cualquier medicamento. Deben hacerlo teniendo en cuenta las necesidades y características individuales de cada persona.