¿Qué podemos hacer por la salud mental desde la farmacia?

Hasta hace algunos años, la salud mental ha sido siempre un tema tabú. Y aunque poco a poco esto está cambiando, todavía queda mucho por hacer tanto a nivel social como desde el ámbito sanitario. Por este motivo, hoy queremos adentrarnos en este problema y en el papel de la farmacia ante la salud mental.

Una buena salud mental es esencial para el bienestar personal, las relaciones interpersonales y la capacidad de funcionar de manera efectiva en la vida cotidiana. Sin embargo, en los últimos años, se ha observado un aumento en la prevalencia de trastornos y problemas mentales. Se debe al estrés, presiones sociales, ritmo de vida acelerado, preocupaciones económicas o situaciones como la pandemia de la COVID-19. Esto supone todo un desafío para la salud pública.

La salud mental en datos

A nivel mundial, la OMS apunta a que en el año 2019, cerca de 1.000 millones de personas sufrían algún tipo de trastorno mental. Los datos ofrecidos por Redacción Médica, también muestran que la Organización Mundial de la Salud espera que para el año 2030, los problemas de salud mental serán el principal motivo de pérdida de vida saludable.

Cuando hablamos de la situación de la salud mental en España, encontramos que ya se ha convertido en el segundo problema crónico por detrás del nivel alto de colesterol. Adelanta, por lo tanto, al problema de la hipertensión, que ocupaba la segunda posición anteriormente en la clasificación creada por el Ministerio de Sanidad.

En relación con la salud mental en el territorio español, el CGCOF lanzó el proyecto “Lumens: dar luz a la salud mental” para poner sobre la mesa esta problemática. Además, realizó una encuesta que refleja que un  84,8%  de los españoles reconoce haber tenido problemas emocionales en los dos últimos años de pandemia. Dentro de estos problemas emocionales, los datos del CGCOF señalan que el primero fue el estrés (61,0%). El segundo lugar fue ocupado por la tristeza (55,2%) y, el tercero por el nerviosismo (52,3%). A su vez, dicha encuesta muestra que el 64,6% de las personas reconocen haber sufrido alguna enfermedad de salud mental en los dos últimos años, principalmente ansiedad (45,6%).

Trastornos más comunes

A continuación, trataremos cuáles son algunos de los trastornos más comunes y que, sin duda, podemos encontrarnos tras el mostrador de la farmacia. 

  1. Ansiedad. Es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones de estrés, peligro o incertidumbre. Se convierte en un problema cuando es persistente, abrumadora o no relacionada con una amenaza real. Algunos trastornos de ansiedad son el trastorno de ansiedad generalizada (TAG), el trastorno de estrés postraumático, el trastorno obsesivo compulsivo (TOC)  y el trastorno de pánico. Provocan síntomas de preocupación extrema, nerviosismo y ataques de pánico.
  1. Depresión. La depresión es un trastorno del estado de ánimo que se caracteriza por una profunda tristeza, falta de interés en las actividades diarias y cambios en el apetito y el sueño. Puede afectar gravemente la calidad de vida de una persona y, en casos graves, puede llevar al suicidio.
  1. Trastornos de la Conducta Alimentaria. Los TCA son trastornos graves relacionados con la alimentación y la imagen corporal. Estos trastornos pueden tener consecuencias devastadoras para la salud física y mental de quienes los padecen. Entre ellos se encuentran la anorexia, la bulimia o el trastorno por atracón.
  1. Trastornos psicóticos. Son condiciones mentales graves que afectan la percepción de la realidad de una persona. Pueden incluir síntomas como alucinaciones y delirios. Los trastornos más conocidos son la esquizofrenia y el trastorno delirante o paranoia. Estos trastornos suelen requerir tratamiento a largo plazo, que puede incluir medicamentos antipsicóticos y terapia.
  1. Trastornos de la personalidad. Son patrones duraderos de comportamiento que se desvían significativamente de las normas culturales y sociales. Esto causa problemas en las relaciones y el funcionamiento. Son, por ejemplo, el trastorno límite de la personalidad (TLP) y el trastorno antisocial de la personalidad. El tratamiento puede incluir terapia.

Abordaje de la salud mental desde la farmacia

Todavía existen limitaciones y mucho por mejorar en el sistema sanitario público para abordar la salud mental. No es difícil encontrar que personas con problemas como la depresión, reciben una cita para terapia tras varios meses de espera. 

Pero también se dan casos en los que el usuario no busca ayuda por falta de apoyo o miedo a ser juzgado. O incluso hay quien llega a la farmacia con el objetivo de conseguir algún medicamento que acabe con el síntoma, sin tratar realmente el problema. Es ahí donde entra nuestra actuación como farmacéuticos.

Acciones que podemos llevar a cabo

  • Educación sanitaria. En primer lugar, los farmacéuticos podemos ayudar a concienciar a la población de la importancia de la salud mental. También, sobre los problemas que existen, sus síntomas, y qué hacer si se padece alguno. De esta manera, no sólo estaremos ayudando a ampliar los conocimientos sobre este tema. Sino que también contribuiremos a eliminar los tabúes y estigmas en salud mental.
  • Ofrecer soporte emocional. La importancia de la labor del farmacéutico no reside solo en aportar información científica y de calidad. También es importante mostrar un apoyo y acompañamiento a estas personas durante el proceso. El farmacéutico puede ser a veces la única persona a la acude la persona con problemas de salud mental. 
  • Transmitir que el uso de medicamentos es efectivo y seguro. Muchas personas, debido al gran desconocimiento que hay sobre salud mental, sienten un gran miedo o desconfianza hacia los psicofármacos o medicamentos psicotrópicos. Como expertos, los farmacéuticos debemos resolver todas sus dudas y explicar que estos tratamientos son completamente seguros cuando se toman bajo la pauta indicada y siguiendo los consejos para conseguir la adherencia y la eficacia adecuada.
  • Recomendar. Otra de las tareas que podemos llevar a cabo es la de aconsejar acerca de hábitos saludables, tratamientos de indicación farmacéutica, complementos u otros productos que puedan ser de ayuda para personas con trastornos mentales.
  • Estar alertas. Otra de las formas de abordar la salud mental en la farmacia es captar las señales de un posible caso de problema de salud mental. Derivaremos al médico para su detección y tratamiento. En casos ya diagnosticados, podemos hacer un seguimiento de cómo está el usuario y cómo va el tratamiento. De esta forma, seremos capaces de identificar signos de empeoramiento o falta de adherencia al tratamiento.

Señales de alerta

Algunos indicios que pueden darnos pistas de que algo no va bien en la salud mental de una persona son:

  • Se muestra irritable o nerviosa constantemente. 
  • Es excesivamente crítica.
  • Tiene pensamientos negativos u obsesión por detalles sin importancia. 
  • Hay un cambio brusco en su alimentación. 
  • No puede concentrarse al realizar alguna tarea. 
  • Ya no realiza actividades que antes le gustaba. 
  • Se muestra indiferente y desganada con frecuencia. 
  • Se encierra en sí misma y deja de relacionarse. 
  • Cambia su personalidad o comportamiento. 
  • Cuida menos su higiene o salud física, por ejemplo consumiendo ciertas sustancias.
  • También puede ser una señal de alarma que presente de forma excesiva algunos síntomas como caída del cabello, contracturas musculares, cefaleas, insomnio, brotes de piel atópica o dermatitis seborreica, etc.

Algunos signos de alarma aparecen en algunos cuestionarios como son los tests de Hamilton de depresión y de ansiedad. Aunque no son herramientas de diagnóstico, sí son de ayuda para valorar qué síntomas presenta el usuario.