Diferencia entre Antiaging y Proaging

El interés por el cuidado de nuestra piel, la estética y retrasar los signos del envejecimiento sigue siendo tendencia. Y es algo que podemos ver reflejado en el día a día de la farmacia.

Como te contábamos en nuestro artículo “Categorías TOP de farmacia en 2023”, la dermocosmética se ha convertido en una de las ramas más prometedoras en el mundo farma. Los productos del cuidado de la piel son protagonistas de gran parte de las ventas en las boticas. Y, además, cada vez son más frecuentes las consultas sobre tratamientos para la piel. 

En este contexto de la preocupación por el skincare y por evitar cualquier señal del paso de los años, distinguimos dos tendencias: el antiaging y el proaging. ¿Sabes qué significan estos dos términos y cómo abordar el envejecimiento desde la farmacia? ¡Sigue leyendo!

¿En qué consiste el Antiaging?

El primer enfoque que encontramos para hacer frente a los signos de la edad es el antiaging. Se trata de la postura que hemos adoptado con mayor frecuencia, la más tradicional y que ha ganado popularidad recientemente. Consiste en intentar evitar a toda costa las evidencias del paso del tiempo. El objetivo final del antiaging es mantener un aspecto y una salud juvenil durante el mayor tiempo posible.

Con antiaging hacemos referencia a cualquier estrategia, tratamiento o estilo de vida que busque retrasar, prevenir o revertir los efectos del envejecimiento en nuestro cuerpo. Para ello, se suele recurrir a una amplia variedad de métodos, desde los cosméticos, las cremas, serums y productos faciales, hasta tratamientos más intensos como terapias hormonales o procedimientos médicos como la cirugía plástica. Muchos de estos métodos pueden proporcionar resultados visibles a corto plazo. Aunque es importante tener en cuenta que algunos de ellos pueden tener riesgos y efectos secundarios negativos a largo plazo. Por ello, es imprescindible el asesoramiento del personal sanitario, entre los que estamos los farmacéuticos.

Frente a este enfoque, surgen críticas como que el antiaging puede crear una cultura de juventud eterna que puede ser poco realista y potencialmente dañina para la salud mental y emocional de las personas. 

Entonces… ¿Qué es el proaging?

En contraposición, encontramos el proaging, un enfoque más positivo y natural del envejecimiento. En lugar de centrarse en evitar o retrasar las señales del paso de los años, los defensores del proaging ven el envejecimiento como una parte normal y natural del ciclo de la vida y buscan aprovechar al máximo todas las etapas de la misma. Podríamos definirlo como envejecer lo mejor posible. Tenemos arrugas, sí, pero también una piel bonita y saludable. Aunque no solo abarca el cuidado de nuestra piel. Además, engloba hábitos como adoptar una dieta saludable, hacer ejercicio regularmente, mantener relaciones sociales y realizar actividades que permitan seguir aprendiendo y desarrollándose a lo largo de toda la vida.

Se trata, por lo tanto, de un enfoque más integral que se centra en la salud y el bienestar en lugar de la apariencia física y la juventud eterna. Mientras que el enfoque antiaging persigue evitar y retrasar el envejecimiento, el proaging se basa en cuidarse y sacar el máximo partido a la edad que se tenga. 

Abordaje del envejecimiento desde la farmacia

Independientemente del enfoque que tenga cada usuario de la farmacia respecto a su envejecimiento o prevención del mismo, el farmacéutico puede desempeñar un papel importante en la educación sanitaria y el asesoramiento. 

En primer lugar, podemos aconsejar sobre el uso seguro y efectivo de los productos. Como por ejemplo los cosméticos, suplementos nutricionales y medicamentos que se utilizan para tratar o prevenir los efectos del envejecimiento. Es importante que el farmacéutico informe a los usuarios sobre los posibles efectos secundarios y riesgos asociados con estos productos. Así como las interacciones que pueden tener con otros medicamentos o suplementos que estén tomando. Podemos dar indicaciones sobre el uso de ciertos cosméticos, los pasos a seguir en una rutina personalizada de skincare, asesorar según el tipo de piel, etc.

Por último, el farmacéutico también puede recomendar hábitos saludables que ayudan a prevenir o retrasar los efectos del envejecimiento. Algunos de ellos son:

  • Seguir una dieta saludable
  • Hacer ejercicio regularmente
  • Cuidar la higiene del sueño
  • Evitar sustancias como el tabaco
  • Beber suficiente agua 
  • Hidratar la piel
  • Utilizar protección solar para cuidar la piel y retrasar la aparición de arrugas.

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