Cómo ayudar a dejar de fumar desde la farmacia

Uno de los factores que provoca más muertes evitables en todo el mundo es el tabaco. Al tratarse de una adicción, no será fácil para la persona fumadora abandonarlo. Por esta razón, es necesario que cuente con el apoyo de los profesionales sanitarios. Esto incluye al farmacéutico, que será una figura importante al tratarse del sanitario más cercano y accesible para el usuario. 

En el artículo de hoy hablaremos de los motivos por los que dejar el tabaquismo, que te ayudarán a la hora de argumentar, concienciar y motivar a la persona fumadora. También trataremos la estrategia para abordar este problema desde la farmacia. Por último, veremos cuáles son los tratamientos de los que disponemos para ayudar a acabar con el tabaco. 

¿Por qué dejar de fumar?

Cuando una persona llega a la farmacia pidiendo consejo o la dispensación de un tratamiento para dejar de fumar, es porque ya ha tomado la iniciativa, ya ha dado el primer paso. Pero a veces, vamos a ser nosotros los farmacéuticos los que recomendamos a un usuario que lo haga. Para concienciarlos, les explicaremos las razones por las que deberían abandonar el tabaco.

En primer lugar, una persona fumadora tiene más riesgos de morir de forma prematura. Este riesgo se multiplica según el tiempo que lleve fumando, la cantidad de cigarros al día, la cantidad de nicotina y alquitrán del tabaco que fume, etc. Según la OMS, las personas fallecidas por el tabaquismo en el mundo superan los 8 millones cada año. De los cuales 1,2 millones son no fumadores que están expuestos al humo ajeno.

Por otra parte, el tabaco también está relacionado con una serie de enfermedades. Entre ellas encontramos la EPOC (con patologías como la bronquitis crónica y el enfisema pulmonar), el cáncer de pulmón, accidentes cerebrovasculares (trombosis, hemorragias o embolias), enfermedad coronaria (angina o infarto de miocardio), úlcera gastrointestinal, gastritis crónica, cáncer de laringe, cáncer bucofaríngeo, cáncer renal o de vías urinarias e impotencia sexual.

Los datos del Ministerio de sanidad señalan que el tabaquismo provoca:

  • La gran mayoría de los diagnósticos de bronquitis, aproximadamente el 90%.
  • Alrededor del 95% de los casos de cáncer de pulmón.
  • Un porcentaje del 30% de las cardiopatías coronarias.
  • Una parte significativa de los casos de cáncer de esófago, vejiga urinaria, boca y laringe.

Estrategia para abordar el tabaquismo desde la farmacia

Al tratarse de una adicción, para abandonar el tabaco será esencial contar con la ayuda de profesionales. La OMS señala que sin ese apoyo, solo el 4% consiguen abandonarlo. Por lo tanto, nuestra intervención desde la farmacia, junto con la atención de otros sanitarios, multiplican las opciones de lograr dejar de fumar. La estrategia seguida desde Atención Primaria, y que también se puede implantar desde la farmacia comunitaria cuenta con 5 medidas. Según PAM, la revista científica del CGCOF, son las siguientes:

1. Identificar y registrar casos de tabaquismo

El primer paso es averiguar si los usuarios que llegan a la farmacia por consultas relacionadas con el aparato respiratorio, son fumadores. De esta manera se pueden identificar personas de riesgo a las que se les podría ayudar a abandonar el tabaco. Otra forma de encontrar estos casos es mediante la implantación en la farmacia de acciones de prevención y programas para dejar de fumar. En otras ocasiones, serán los propios fumadores quienes acuden solicitando ayuda.

2. Recomendar dejar de fumar

El consejo farmacéutico, junto a la dispensación, es el servicio más potente que tenemos en la farmacia. Es lo que nos diferencia de otros competidores que venden productos de parafarmacia y cosmética. Por ello, nuestra recomendación es importante. Debemos aconsejar dejar de consumir tabaco, y hacerlo de forma reiterada, con un mensaje claro, breve, personalizado y convincente. Esto aumentará la tasa de abandono de esta adicción.

3. Evaluar la disposición para dejar de fumar y motivar a aquellos que no están listos para hacerlo

Frente a una persona que no desea intentar dejar de fumar en ese momento, debemos intervenir con empatía, destacando la comparación entre los motivos que hay para que deje de fumar y las consecuencias que puede tener si continua. Es importante evitar una confrontación, solo debemos sugerirle nuevos puntos de vista sin imponer nada. Además, intentar motivarle y hacerle ver que dejar de fumar es algo posible, que es capaz de conseguirlo.

4. Brindar apoyo a aquellos que sí desean intentar dejar de fumar

En el caso de que el usuario sí manifieste su intención de dejar de fumar, la intervención del farmacéutico junto a la de otros profesionales de la salud, serán indispensables para ayudarle en el proceso. Se valorarán cuestiones como el motivo del abandono del tabaquismo, su consumo actual, intentos previos, etc. con el objetivo de establecer un tratamiento y ofrecerle recomendaciones.

5. Establecer un plan de seguimiento 

Elaborar un plan de seguimiento para aquellos usuarios que están intentando dejar de fumar, nos permitirá ayudar a evitar recaídas, ayudar a contrarrestar los efectos de la falta de tabaco y reforzar la abstinencia. En la farmacia comunitaria, además, los farmacéuticos podemos evaluar si hay problemas con el tratamiento, efectos adversos, etc. 

Tratamientos que podemos dispensar en la farmacia para dejar de fumar 

Como hemos mencionado, dejar el tabaco no es tarea sencilla. Influye la fuerte dependencia y los condicionantes relacionados con los neurotransmisores del sistema nervioso central. Hablamos tanto de una dependencia psíquica como física. Aun así, se puede abandonar el tabaco y existen varios tipos de tratamientos para hacerlo. A continuación, te hablamos de los más importantes.

Terapia sustitutiva de nicotina (TSN)

Consiste en administrar nicotina por vía oral o transdérmica, utilizando los siguientes métodos:

Parches de nicotina, los cuales se pueden usar durante un período de 6 a 14 semanas, aplicando un parche cada 24 horas. Es importante no interrumpir prematuramente el tratamiento, ya que esto aumenta el riesgo de recaídas. Esta terapia es segura y presenta pocas contraindicaciones.

Chicles de nicotina que contienen de 2 a 4 mg de nicotina en forma de resina de intercambio iónico. Es fundamental proporcionar información sobre su uso y enfatizar la técnica de masticación intermitente: para liberar la nicotina, se deben realizar dos o tres masticaciones y, cuando se perciba un sabor intenso, se coloca el chicle entre la mandíbula y la mejilla de un lado. Cuando desaparezca el sabor intenso, se vuelve a masticar, y cuando se note nuevamente el sabor intenso, se coloca entre la mandíbula y las encías del otro lado. Puede utilizarse según una pauta establecida o de manera ocasional. En este último caso, se debe tener precaución para evitar que se desarrolle una dependencia.

Comprimidos para chupar, los cuales liberan nicotina al ser chupados y su efecto dura aproximadamente media hora. Están indicados para fumadores con una dependencia leve o moderada, y se recomienda un máximo de 12 a 15 comprimidos al día.

Spray bucal de nicotina, que mejora la absorción y alivia la ansiedad en tan solo 60 segundos con 2 pulverizaciones de 1 mg. Puede utilizarse de manera ocasional o según una pauta establecida.

Fármacos

Vareniclina es un medicamento que actúa sobre los receptores nicotínicos en el cerebro, teniendo un doble efecto. Actúa como antagonista, bloqueando la unión de la nicotina con el receptor, y como agonista, estimulando al receptor para liberar dopamina. Es generalmente bien tolerada durante períodos de hasta 1 año, y los efectos adversos más comunes incluyen náuseas, insomnio y cefaleas. 

Bupropión es un medicamento que inhibe selectivamente la recaptación de noradrenalina y dopamina. Tiene propiedades antidepresivas y efectivas en el tratamiento para dejar de fumar. Los efectos adversos más frecuentes del bupropión incluyen insomnio, cefaleas, sequedad de boca, sabor metálico y sensación de inestabilidad.

Desde finales de 2021, la vareniclina (conocida como Champix), y el bupropion (Zyntabac) han sido sustituidos por la citisina (Todacitan). El Ministerio de Sanidad aprobó la financiación de Todacitan tras las alertas de la AEMPS sobre los otros fármacos, que han sido retirados por contener nitrosaminas. Una de las ventajas del tratamiento con Todacitan es su corta duración, de 25 días.