5 Tips para aportar valor al usuario y que vuelva a tu farmacia

La farmacia no es un negocio más que se dedica a la venta de productos, tiene una vertiente sanitaria que lo diferencia de otros competidores. Y es precisamente ese lado sanitario el que nos permite aportar un valor añadido a quienes llegan a la botica.

¿Cómo hacerlo? Aquí es donde entra el papel del farmacéutico como educador sanitario, proporcionando información clara y comprensible sobre temas de salud con el objetivo de capacitar a las personas para tomar decisiones informadas sobre su bienestar. De esta manera, pondremos nuestro granito de arena en la prevención de enfermedades y contribuiremos directamente a la salud a largo plazo de la comunidad.

En este artículo encontrarás 5 consejos para aportar valor a los usuarios y conseguir que vuelvan a tu farmacia.

Antes de empezar con los tips…¿Por qué debemos apostar por la educación sanitaria?

La participación activa de una farmacia en la educación sanitaria no solo es beneficiosa para la sociedad en general. Sino que también fortalece la posición y los resultados de la farmacia. Estos son algunos los beneficios:

  • Construcción de confianza. Al proporcionar información valiosa y precisa sobre temas de salud, la farmacia se convertirá en el lugar de confianza al que acudirán los usuarios para cualquier consulta. De esta manera, se fortalecerá la relación entre la farmacia y las personas.
  • Fidelización de Clientes. Al generar esa confianza y velar por el bienestar de las personas, se fomentará su lealtad hacia la botica. Por ejemplo, si una persona mayor acude a la farmacia y el farmacéutico, además de la venta o dispensación, le explica que ha comenzado la campaña de vacunación contra infecciones respiratorias, esta persona volverá a esa farmacia la próxima vez que necesite algún medicamento o producto sanitario.
  • Reducción de costes de salud. La educación sanitaria puede contribuir a la prevención de enfermedades y a un uso más eficiente de los medicamentos. A largo plazo esto se puede traducir en reducir los costes sanitarios y mejorar la situación de saturación de la atención primaria.
  • Favorece la adherencia al tratamiento. Proporcionar información clara sobre el tratamiento, su posología y el manejo adecuado de los medicamentos ayuda al usuario a seguir las pautas correctamente. De esta manera, se evita el abandono del tratamiento y se pueden prevenir problemas adicionales y hospitalizaciones.

Aquí tienes los 5 consejos

Ahora sí, aquí tienes 5 tips prácticos para empezar a incorporar la educación sanitaria en la estrategia de la farmacia.

  1. Selecciona los temas más interesantes para tu público. Comprender las necesidades y preocupaciones específicas de la comunidad a la que sirves es fundamental. Esto permitirá adaptar la información para que sea relevante y fácilmente comprensible. Por ejemplo, si la farmacia está situada en un barrio joven donde hay muchas familias con hijos, podemos contribuir a la educación sanitaria en cuanto a salud infantil.
  2. Utiliza materiales visuales.  Apóyate de carteles informativos, folletos o trípticos con información, y otros recursos que puedes tener en tu farmacia o en sus perfiles de redes sociales. De esta manera, te aseguras de que la información sea más accesible y puedan consultarla cuando lo necesiten.
  3. Crea talleres o eventos en torno a un problema de salud o hábito saludable. En ellos puedes contribuir a la educación sanitaria de las personas y ofrecerle servicios. Por ejemplo, con una campaña de medición de la glucosa e información sobre la diabetes, campañas de fotoprotección, análisis de la piel y el cabello, seguimiento de los usuarios en afecciones, mejoras de rutinas y cambios de vida etc.
  4. Potencia tu atención en el mostrador con el consejo farmacéutico. No es lo mismo limitarte a dar la medicación que pide un usuario que acompañarlo con información valiosa. O añadir una recomendación que le sea útil. El consejo farmacéutico siempre es nuestra mejor herramienta y la más útil para aportar valor a las personas.
  5. Involucra a los usuarios. Pregunta acerca de los problemas que les preocupa, invítales a participar en talleres o a empezar a adoptar hábitos saludables. El trato personalizado, la cercanía y el interés por su bienestar reforzará la relación entre la farmacia y las personas.